jueves, 9 de diciembre de 2010

Autobombo, Infierno y Pícaros, "Me Explico"

Jamás nos gustó hacer “autobombo”, pero las circunstancias, en la vida, a veces nos lleva a eso: el día 21 de agosto de 2010, la Editorial del número 57 de “La V de Vélez” llevó por titulo “Jugando así, podemos volver a campeonar”.
Hoy vamos a explicar el por qué. “Que algunos digan las tonterías dialécticas de siempre”, no nos llama la atención. En absoluto. Es más, hasta lo vemos normal. Nos preocuparía si el comportamiento fuese adulto y racional. No se puede esperar otra cosa de ese tipo de personas, pero que un presidente en ejercicio, como Fernando Raffaini, al que siempre hemos respetado, más allá de diferencias políticas, y a pesar que haya sido el presidente que formalizó y ejecutó durante sus tres años de gestión la discriminación que venimos sufriendo los que tenemos visiones encontradas con los directivos actuales, haya expresado “qué podemos esperar de esa revista si en la Editorial número 58 dice “a pesar de que Vélez salió campeón... Les dolió el título de Vélez”. Raffaini, Raffaini... querido mío. Nuestra editorial decía así: “Gareca siempre supo que esta dirigencia nunca lo digirió, pero tuvo que aceptarlo siguiendo la recomendación del manager, Christian Bassedas. Y encima, en el primer torneo, Vélez salió campeón (eso era para ustedes)”. Como diría un amigo: “¿Me explico?”.
Como todo abogado trató de invertir los términos para que jueguen a favor de él. Si lo hizo políticamente, estaría bien... pero nosotros, ¿a quien representamos? A nosotros mismos, a nuestra manera de sentir a Vélez. No estamos en ninguna Agrupación. No formamos parte de nada... por el momento. Por eso, no le encontramos explicación a esta mentira. Esa es la vieja política. No sirve, Raffaini. No sirve para nada. O sólo sirve para dividir aún más las aguas. Por eso es que tratamos de demostrarle a él, a todos los que entienden, a lo que no entienden, a los que nos leen, a los que no nos leen, y a todos aquellos a los que le dicen lo que tienen decir, que recurran a un dirigente que forma o formó parte de esta corporación: a Rubén Keumurdji, “Kimurji”, “Rubén”, o como prefieran, que es un ávido lector y tiene toda la colección de “La V de Vélez”, para que les muestre el número 57. Ahí van a encontrar la Editorial donde dice que podíamos volver a ser campeones. Nosotros sabemos que según Keumurdji las guarda por dos motivos: uno porque es lo único que lo motiva para otros menesteres de la vida, “La V de Vélez, lo calienta” y otro para “El juicio final”. Confiamos en que será un fiscal honesto, aunque tendrá que demostrarlo también en ese supuesto juicio. Así podríamos salvarnos y no ir al infierno...
Esa Editorial le llegó a la gente. Nosotros no la guardamos. Sería bueno que algún día ustedes, señores dirigentes, también comiencen a reconocer algo: que todo no es malo, que a Vélez no se le hace daño, que ustedes no son Vélez sino tan sólo una porción de la vida del club. No confundan más a la gente que, a veces, cándidamente escucha sólo una parte de la verdadera historia.
Volvamos al tema que nos ocupa, a lo que expresamos el 21 de agosto de 2010, referido al fútbol. Porque eso destruye todas las posibilidades de seguir con ese discurso vacío de contenido al cual “la corporación” echa mano para tratar de destruir ideas y pensamientos que no son afines a ellos. Esa Editorial demuestra cómo se la jugó el que la escribió. ¡Hay que exponerse a la burla de quienes están esperando, agazapados, un tropiezo de estas características! Y también demuestra algunos conocimientos futbolísticos, ¿no es cierto? Como cuando le dimos la tapa a Gastón Díaz y nos animamos a decir que era “un jugador diferente”. Hoy, aún siendo suplente, es de jugador de selección. Por entonces fuimos objetos de chanzas y burlas de muchos. Como cuando defendimos a Sebastián Peratta y hasta lo llamamos “el arquero de la gente”. Hoy puede ser convocado a la selección y hasta Boca estaría interesado en contratarlo. Son años...
Lo más importante de todo es que hoy Vélez, como lo pronosticamos en aquella Editorial, está jugando por el título. No podemos asegurar que vamos a ser campeones, porque el fútbol es totalmente lleno de imprevistos, pero si releen aquella Editorial se van a dar cuenta de que nos hemos equivocado en muy pocos ítems.
A los caballeros del odio, les pedimos disculpas. Van a tener que crear otro latiguillo para seguir atacándonos. La gente esta cansada de rencores absurdos. Sólo los sátrapas se montan sobre el caballo triunfal de quienes ningunean a otros socios. ¿Quiénes son los que se ponen contentos con nuestros errores? Los que dicen amar, pero que al fin de cuentas terminan viviendo de Vélez. Los que no tienen otra ocupación que pseudo-desocupados y defienden el pan de cada día, si es necesario, casi con su vida. Aunque parezca novelesco es la triste realidad. Sócrates decía: “Rico no es el que mas tiene, sino el que menos necesita”. Nosotros, gracias a Dios, no necesitamos vivir de Vélez. Pero, más allá de las diferencias, los entendemos. Y si es necesario, también los perdonamos. Pero jamás los avalaremos.
Pasando a otro tema... Siempre hemos dicho lo que sentimos, más allá de correr el riesgo de equivocarnos. Creemos que en la vida hay que tratar de preservar la figura de quienes han cumplido, con creces, la misión para los que fueron elegidos. Y debemos confesar que nos dolió ver sentado a Héctor Gaudio junto a Raúl Gámez y Ricardo Petracca. Somos de los que creemos que no hay que dividir, ni estar enemistados, pero también creemos, y sabemos, que para que eso ocurra tiene que haber primero un reconocimiento del error, un pedido de disculpas. Raúl Gámez ha denostado públicamente a Héctor Gaudio hasta el cansancio. Y tenemos que ser honestos, Gaudio también criticó a Gámez, aunque –al menos públicamente– nunca haya tomado la iniciativa sino que lo hizo para defenderse de las críticas. Ahora aparecen sentados a la misma mesa, sin dar ningún tipo de explicaciones. O sí: Vélez ha cumplido 100 años. Raúl Gámez denosta a todos los que no cumplen los requisitos mínimos, según su forma de ser. Hay que aceptar todo lo que él dice, no lo escuchamos ni siquiera una vez en la vida pedir disculpas por lo que hace o dice. Quienes lo defienden a ultranza, siempre utilizan el mismo latiguillo “Y vos sabés como es Raúl...” Esta “unión” de los tres ex presidentes para muchos se trató de una maniobra pergeñada por algún “Guru de la política”. A nosotros no nos gusto para nada. Ricardo Balbín alguna vez saltó la verja para entrevistarse con Juan Domingo Perón, pero fue a la vista de todos y cuando Perón murió, Balbín, en el discurso de despedida pronunció una frase que quedó en la historia: “este viejo adversario, hoy despide a un amigo”. Los dos habían decidido, al unísono, ese acercamiento. ¿En Vélez habrá sido igual? O sólo alguien va a sacar rédito político para poder llegar a lo que sueña, sin competir...

El Editor

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