Tenemos que reconocer que ante este tipo de situaciones fuimos ingenuos. En algún momento creímos que algunos habían aprendieron la lección, pero inevitablemente se les termina saliendo la cadena. Siguen sin entender qué dirigente o comunicador está expuesto al elogio o la crítica; ya que ambos se exponen públicamente y se ofrecen a ello, no todo está siempre mal, ni todo siempre está bien. Les aconsejo leer un libro acorde a esa manera de "pensar": "La fuerza es el derecho de las bestias", así pueden sistematizar lo que consideran el método ideal y terminar todo de forma "acorde". Siguen creyendo que son el ombligo del mundo, no aceptan que puede haber alguien que piense diferente, y cuando se expresa otro pensamiento piden la censura, y es más, la avalan y la justifican como un medio normal de convivencia. Otros insisten que se los ataca en su núcleo familiar, hay momentos en que nos preguntamos ¿cómo pueden llegar a decir semejante barbaridad?, saben bien que es falso, pero se escudan en cuestiones muy sentidas por todos para ser vistos como pobres víctimas. Días pasados fuimos invitados a una reunión con un grupo de socios para expresar nuestro pensamiento sobre la actualidad del club, alguien intentó hablar sobre cuestiones de familia de un comunicador, nos paramos y nos fuimos porque se desvirtuaba el motivo para el que fuimos invitados. Si hace falta, ponemos a disposición toda la colección de La V de Vélez para comprobar si el responsable de la publicación alguna vez incursionó en la vida privada de algún socio de Vélez. Nos obligan a pensar que quizás tienen la cola tan sucia que todo lo que se dice creen que es para ellos. Hay otros que siguen sin comprender que en esta publicación quien escribe una nota es el máximo responsable de la misma, para eso se le pide la firma y la foto, para que de la cara. Podemos sugerir dentro del diálogo, pero de ahí a prohibir hay una gran distancia. Si piensan de esa manera les aconsejo no leer más esta revista, todos los que escriben y han escrito si son nobles y honestos pueden dar fe que lo que estamos diciendo es cierto.
Pero para eso sólo tratamos que no se incursione por el insulto o la agresión personal, el resto forma parte de la vida misma, este tipo de manejo de la publicación hace que sea la más leída de todas y por algo será, alguien conocido como "Juan Domingo" -y que de esto algo sabía- en una oportunidad dijo: "cuando tuvimos todo a favor, no echaron", refiriéndose a la prensa. Esta para nosotros no puede ser alcahueta y consecuente, debe ser informativa y critica, esas deberían ser las formas, aunque después cada uno que haga lo que quiera y que se hagan cargo.
Si algo nos molesta en la vida es la censura, la discriminación y la mentira. Nos resulta increíble que quienes propugnan y ejercitan esa forma de vida estén entre nosotros, y hasta conduciendo a nuestro club, famoso por progresista y democrático. No podemos entender a quienes se mueven con esos métodos con absurda naturalidad, nos queda la satisfacción que están perfectamente identificados en el mundo de Vélez, por el momento... con eso nos alcanza. Para colmo ahora debemos agregar la mentira en boca de otros personajes, se va convirtiendo en hábito que los victimarios se disfracen de víctimas. Hablan y hablan con disfraces de corderos, cuando son los lobos que azotan la vida velezana. No podemos ser como ellos, igual que a nosotros les asiste el derecho constitucional de expresar lo que piensan, pero no a usar la mentira como método político, agravado por esconder sus verdaderas razones detrás del sentimiento que dicen profesar. Porque aunque se crean por encima de todo, les duela, o no lo quieran admitir, en nuestra vida "todo es política"; mucho más decir que todo está bien y nada hay que cambiar, no lo nieguen más... no tomen a la gente de Vélez de idiota, es política y política oficialista", decir "no me interesa, sólo me importa Vélez" es una mentira para los tontos, pero para sus desgracias quedan cada vez menos.
En nuestro caso, por ejemplo, no somos ni seremos candidatos a nada porque hemos renunciado por el momento a militar en una agrupación; pero ello no nos exime de nuestro deber de opinar y dar nuestro punto de vista como socio vitalicio en todo lo relacionado a la vida del club y si no lo entienden así y siguen creyéndose los dueños de todo tendrán que mostrarnos algún día el titulo de propiedad. La realidad es que no hay dueños de nada, ni siquiera somos dueños de nuestros bienes personales, porque si hilamos finito "en la vida sólo somos administradores temporales de todo", cuando se apaga, los administradores son otros.
Para terminar, les decimos lo mismo que a un ex dirigente: para sentarse a conversar primero hay que retractarse y pedir las disculpas del caso; quien ha cometido el error debe subsanarlo y después sí comenzar el dialogo. Esto no es soberbia, es simplemente educación, ya que nosotros con discriminadores (y con quienes los avalan) no nos sentamos a ninguna mesa en tanto y en cuanto no cambien su forma de actuar. Creemos haber sido claros, si no entienden ya no es problema nuestro, nuestra recomendación final es dejar de ofrecerse a la risa posando de víctimas, basta por favor.
Angel García
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