Chutchurru, en el año 1993, se hizo cargo del Departamento Deportivo del club. En su favor se puede decir que lo peor de los 90, (la etapa que se inicio en 1996) le toco a él. Después vino De La Rua al país, y para Vélez sobrevivir a ese desastre fue casi milagroso. Siguió Duhalde, la devaluación y el fín de la pesadilla para los clubes como el nuestro. Nos licuaron la deuda de 45 millones de dólares a pesos; vendimos en dólares; casi todos los jugadores eran del club, de nuestras inferiores. Con sólo un poco de sentido común se hizo el milagro. Reconocemos la audacia de haberse hecho cargo del barco cuando podía naufragar y tratar de llevarlo a tierra firme. Hoy, viendo el resultado, decimos que Vélez se colocó el salvavidas y se mantuvo a flote. Pero se conformo con el salvavidas, nunca se animó a aprender a nadar bien; el déficit operativo mensual, así lo demuestra; y no siempre puede aparecer un Rey Mago de Oriente para operar el milagro.
Para aprender a nadar bien hay que recurrir a un profesor, no se puede hacer todo sólo. Porque de esa manera sólo se bracea, se chapucea, se mantiene a flote. El profesor orienta, corrige errores, saca defectos. Quien recurre a un profesor tiene que escuchar y analizar lo que dice. Nosotros no somos profesores, sólo damos una opinión, pero por ahí somos tan locos que en algo podemos llegar a tener razón. Sólo pedimos que escuchen: le dijimos que la Spinetto era una reliquia del club, que lamentablemente nunca se usó y que por eso era propiedad de las palomas. Reconocemos que una de las palomas (la blanca con dos pintitas negras) ya tiene derecho a ser vitalicia. Le dijimos que ahí entrenó y jugó el único equipo de la historia del club Campeón del Mundo, y ahora agregamos que dentro de un par de años se puede realizar en el país otro Mundial, o los Juegos Olímpicos, o al menos (eso se rumores) una Copa América, y a nuestra cancha, con su ubicación de privilegio, con la bajada de autopista a metros, la van a dejar de lado por no tener un campo auxiliar acorde, como exigen los reglamentos.
Una pileta al lado de una autopista en un club con fútbol no parece segura. Dijimos que nos gustaría que el Polideportivo se amplíe hacía al Este. Dijimos que hubiese sido mejor para el "Poli" una confitería con vista a la calle. Dijimos que el lugar donde se construyó la cancha sintética de hockey no era el ideal... Dijimos tantas cosas, pero no escuchan a nadie. Creen que quien vierte una opinión contraria a la de ellos, es un enemigo. Y por lo tanto, como atodo enemigo, hay que destruirlo, porque atenta contra Vélez. Es más, algunos comunicadores oficiales dicen, muy sueltos de cuerpo, que si ellos fuesen administradores actuarían exactamente igual. Ojalá puedan recapacitar y aprender que ese no es el camino.
A veces nos preguntamos qué se juegan con estos caprichos ¿Posicionamiento político?, ¿El pan nuestro de cada día? ¿Poder? Todas preguntas sin respuestas. Nada de lo que se dice por la "cadena oficial" o en asambleas, donde previamente se arma todo un circo, pueden llegar a convencernos. Decía Chutchurru por la "cadena oficial" que el lugar para construir la pileta es ese porque nos asegura 3500 socios que van hacer uso de la misma. Quiero creer que cuando dice que el lugar es ese, se refiere al "Poli" y no precisamente a la Spinetto, porque, por ejemplo, no veo la diferencia si se hubiese construido en la cancha 2, y también se usaban los famosos vestuarios. Cuando habla de los 3500 socios no me voy a poner a discutir una afirmación semejante porque pienso que deben de haber hecho los correspondientes estudios para que eso suceda. Pero por si les interesa mi pensamiento, no creo que así sea, creo que va a concurrir más gente en invierno que en verano. Hoy día la pileta en los clubes se usa más como alternativa deportiva y de salud que como alternativa veraniega.
No quiero ni pretendo ponerme como los radicales de los años 90, que se abrazaban a los árboles cuando se iba ampliar la Panamericana, debido al crecimiento del parque automotor, en defensa de la naturaleza. Una Panamericana que hoy esta quedando nuevamente chica, al igual que la autopista que circunda nuestro club. ¡A ver si todavía este caprichito nos sale caro! ¿Qué pasaría si el Gobierno de la Ciudad quiere ampliar un carril o dos de la autopista y todo el trabajo se hace en vano? Queremos suponer que lo deben haber pensado.
Hay tantas cosas que nos separan en la visión de club que anhelamos que al ver ese santuario histórico que para los velezanos representa la Spinetto no pude dejar de preguntarme ¿Por qué? ¿Por qué esta soberbia de no escuchar a nadie? Alguien me dijo una frase que se usa mucho hoy en día: "Es lo que hay". Espero que no sea por mucho tiempo. A Don Victorio Spinetto y a la historia velezana, como socio, quiero pedirle disculpas. Otros quizá le dirán: "perdónalos, no saben lo que hacen". Y termino con una pregunta que no dejo de repetirme: ¿A estos dirigentes, la historia los absolverá o los juzgará? El tiempo, sólo el tiempo, dará el veredicto.
Angel García
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