La noticia no es buena desde ningún punto de vista, tanto en si misma como por lo que develan las circunstancia que la rodearon y aparentemente la generaron.
Hugo Basilotta es un empresario integrante de una familia ligada a Vélez desde hace muchas décadas. Durante muchos años apoyó al club y a los medios que lo difunden desde su aporte publicitario, la mayor parte de esos años no poseía aspiración política alguna. El actual oficialismo lo convenció de formalizar de algún modo este permanente apoyo a Vélez transformándose en Representante (luego de que Basilotta rechazará un lugar muy superior).
Desde allí su aporte a Vélez creció enormemente, mostró su capacidad de gestión con acciones concretas, una de ellas nada menos que convencer a Ramón Díaz de que debía tomar a Vélez como técnico.
Pero la estructura de liderazgo carismático del oficialismo chocó con él, es un modo de organización humana que no admite competencias en protagonismos, por más buena intención que los movilicen.
Desde entonces Basilotta debió buscar canales alternativos para seguir apoyando al club, se convirtió en un opositor. En poco tiempo fue el principal referente de la oposición en Vélez.
Hoy, en una decisión errada decide bajarse de ese lugar. Lo más grave es que lo hace por considerar que la política del club esta viciada, y el conoce muy bien al oficialismo y a parte de la oposición, allí está lo más preocupante.
Si vemos que muchos otros hombres valiosos para Vélez se niegan a entrar en la política del club y con ello quedan permanentemente afuera de los lugares claves de decisión, no nos queda más remedio que darle algo de razón.
El resultado de todo esto es que el Gámez - Basilotta que se veía en el horizonte del 2008 hoy se ve despoblado de ambos contendientes, las opciones son entonces de menor valía. Esto especialmente en el oficialismo, cuyos mejores hombres siempre se autoanularon debajo de un líder con el don preciado de la seducción política. Ello daba a la oposición una enorme posibilidad de cambiar el rumbo del club. Hoy la ida de Basilotta deja a este sector en la incertidumbre, muchos que le prometían fidelidad han corrido a cobijarse en el oficialismo, lamentablemente nada menos que la agrupación que gobernó al club durante más años.
La oposición debe recomponerse y mostrar una unidad fuerte y capaz, hombres sobran, basta nombrar a Don Ricardo Petracca ¿No podría ser la prenda de unidad que enfrente al oficialismo con fuerza? También nos permitimos rescatar nuestra idea de una interna abierta que genere en si un movimiento de socios que se vuelva activo a favor del club.
Si alguna de estas alternativas (u otra) se concretara y la oposición llegara a la conducción del club, una de sus prioridades debe ser recuperar la colaboración activa de hombres como Hugo Basilotta, que sus intenciones de ayudar a Vélez no mueran en manos de una política interna devoradora de los mejores hombres. Hay lugares importantísimos no electivos, como encabezar departamentos que se quieran desarrollar al máximo. Pero de ningún modo podemos seguir perdiendo a nuestros mejores elementos en manos de los choques estériles entre velezanos.
Alejandro Irazabal
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