sábado, 20 de septiembre de 2008

La Unica Verdad es la Realidad... Que se Nos Antoja

Ya quedan pocos ámbitos en los que decir que la realidad es una construcción social y no algo objetivo y externo a los hombres no sea una repetición. En cada colectivo humano la realidad es aquello que se consensúa que lo sea. Claro que esta consagración de lo que merece ser real no se vota a mano alzada en asamblea, la realidad es el resultado de una lucha sutil. Veamos un ejemplo ilustrativo tomado al azar: Al comenzar el torneo Vélez ofreció un lastimoso espectáculo en el que no faltaron torpezas impropias de profesionales. Si pudiéramos recortar el campo de juego del Amalfitani y colocarlo en el mismo lugar unas tres décadas atrás, estoy seguro que la mayoría de los espectadores creerían que se trata de uno de esos preliminares entre hinchadas organizados por el Tula. Incluso hasta alguno consideraría que un delantero de Vélez no debió ser de la partida, y que el gordo Villa Luro, el Alemán o el Cartero habrían cumplido una tarea más digna.
Debemos aligerar la culpa de Vélez diciendo que el atentado al buen gusto que se desarrolló ante nuestros ojos no habría sido posible sin la complicidad de un Independiente que no merece compartir el mismo nombre con aquellos equipos que lo convirtieron en sinónimo de fútbol. Siguiendo con la traspolación temporal, no peco de exagerado ni caricaturesco si digo que Bonete (en realidad se llamaba "Boneco") superaba en habilidad a la mitad del equipo rojo actual. Para quien lo dude, recuérdelo matando con la cabeza una pelota caída desde 30 metros y piense cuantos jugadores del Independiente de aquel sábado pueden imitarlo.
Pero por suerte para los torpes, quien escribe forma parte de los escasísimos hinchas de fútbol que quedan; como ya se amenazó en estas páginas, para la inmensa mayoría, si se pudiera colocar en el lugar social que ocupa el fútbol al water polo, todo seguiría su curso. Esto facilita la tarea de los albañiles de la realidad velezana.
Ya antes de finalizar el partido los cultores de la escuela de la apología y el elogio que pueblan toda una parte de los medios velezanos comenzó a rescatar algunas supuestas virtudes encontradas en el equipo, un "cambio de actitud" o unos "buenos veinte minutos". Con el correr de los días la semilla germinó y para mitad de semana el impresentable Vélez del sábado ante Independiente nos llenaba de esperanzas.
Estos "comunicadores" no son lo preocupante; ya que el papel que juegan es el de "diario de Yrigoyen". Si existen es porque los oficialismos necesitan acomodar la realidad a sus deseos y en nuestro mundo los medios son constructores privilegiados de la verdad. No alcanza el microclima de círculo íntimo, para autoengañarse cabalmente ese clima tiene que emitirse por radio. Yrigoyen creía lo que decía el diario no sólo porque era lo que deseaba leer sino principalmente porque lo decía el diario.
La gravedad se atenuaría si estos medios sólo cumplieran la función de ser leídos por los Hipólitos Velezanos, pero aquí el diario de Yrigoyen pretenden vendérnoslo a todos.
Distintas encuestas y mediciones muestran que estos apologistas no son demasiado masivos (en su favor hay que decir que nunca los oficialismos tienen buena audiencia, ni los oficialistas los escuchan), pero su carácter de voceros oficiales parece darles el poder de fijar agenda. Lamentablemente, los medios partidarios más seguidos se sienten en la obligación de tener en cuenta cada cosa que dicen, en la convicción –tal vez justificada- que lo que dicen es lo que la conducción del club o del fútbol piensan, y que siendo así, Vox Cesar = Vox Dei, algo de razón debe haber en sus palabras. Así los principales periodistas del club, hasta los más críticos, comenzaron a encontrar al menos "destellos" de brillo en la noche cerrada del Vélez que enfrentó a un Independiente que hirió mis ojos confiados, gracias a tantas pinceladas rojas exquisitas que años atrás le ofrecieron los de Avellaneda.
Claro, la realidad construida se sostiene con más fuerza cuanto más amplio es el colectivo humano que lo consagre. En nuestro caso se trata sólo de un 1 sobre 20, el choque con alguna de las otras 19 realidades puede destruir nuestras pompas de jabón.
Para ello no fue necesario darnos la cabeza contra grandes verdades, la canchita de un equipo vapuleado en otra canchita la semana previa fue más que suficiente.
El Vélez de los grandes retornos fue aplastado por once ignotos que como tales no reprimieron algunos toques propios de potrero. Mirando al mencionado delantero velezano me pregunté si lo que habría vuelto no serían las cámaras ocultas de Tinelli y que todo el estadio estaba confabulado en mi contra. Pero el "es una joda para Tinelli" no coronó la noche, sino un precioso gol digno de canchita de papi fútbol.
Uno imaginaría que tremendo cachetazo de realidad ajena transformaría la nuestra; sin embargo, escuchando a Tocalli hablando como si se le hubiera ido el partido en los últimos minutos y no haber recibido una goleada, destacando las virtudes de su equipo en el primer tiempo, comprendí que a quienes están a la cabeza de Vélez y su fútbol les resulta intolerable aceptar la posibilidad de una realidad distinta a la que han construido. Es que no hay excusas para descargar culpas. Esta vez Vélez vendió a sus generadores de fútbol por más de 30 millones de dólares y con ese dinero compró pensando en las elecciones y no en el equipo, trayendo glorias e hinchas de Vélez, comprando una supuesta "personalidad" en lugar de creadores de juego, confundiendo un aditamento del fútbol -los huevos- con el fútbol mismo. Argentinos con chirolas trajo un poquito de fútbol -Rodrigo Díaz y el ingresado Quiroga- y con eso le alcanzó para bailar a un Vélez adormecido y apático, porque no hay personalidad -aditamento necesario- sin condición básica –fútbol.
Si Argentinos no superó a Vélez desde el comienzo fue sólo por un exceso de respeto de los Bichos y no por virtud nuestra. Los goles que recibiera en Arsenal y los supuestos retornos gloriosos que mostrara Vélez llevaron a los de La Paternal a ser excesivamente cautos hasta comprender que tenían enfrente a uno de los equipos con menos fútbol y peor plantado del campeonato.
El optimismo descontextualizado es una excelente ficción de espíritu constructivo, pero en última instancia tiene una capacidad de destrucción que envidiaría hasta el pesimista más contumaz. Al menos el pesimista nos señala las dificultades y podemos enfrentarlas, tiene (aunque sea en negativo) un mínimo criterio de realidad; en cambio el "¡Vamo que podemooo! O el "¡Todos el domingo a alentar que salimooooo! Sólo nos lleva a salir en el diario del lunes bajo títulos catastróficos o a darnos la cabeza contra la pared.
Tigre fue una nueva confirmación del diagnóstico que hacemos aquí de Vélez. Por suerte aun tenemos un pasado que hace que el rival respete demasiado al Amalfitani, gracias a eso hemos cosechado dos puntos de local.
¡Pero basta de pálidas! ¡Callen los agoreros de la derrota! Todo lo dicho al olvido, espectacular goleada en Mendoza frente a quien viene del (y vuelve al) Nacional B. Otra vez a copar la realidad de fervor irracional por contragolpear correctamente ante un equipo que, perdido, se vio obligado a buscar algo para lo que no estaba ni lejanamente en condiciones. Nada de esto importa, Vélez tiene 5 valiosos puntos y los antivélez de siempre tiene que cerrar la boca para que hablen los profesionales del todo bien (recordemos que son periodistas y por lo tanto cobran por ello). Para colmo tuvieron dos semanas para vivir un Vélez poco menos que candidato.
Hoy nos recibe un Estudiantes golpeado y la próxima vamos al Monumental, esperemos que esa sucesión de imponderables que es el fútbol les de la razón a los apologistas y Vélez (por mera encadenación de fortunas) salga adelante, nos comeremos las palabras con gusto, a pesar de que las sabemos acertadas.

Alejandro Irazabal

lunes, 15 de septiembre de 2008

El Derecho de las Bestias

Es evidente que existen muchos indicios de la seria posibilidad que el oficialismo pierda la próxima elección después de muchos años. Esto, más que a un mérito o esfuerzo de la oposición, es producto de actitudes erróneas del propio oficialismo, muchas veces parecerían empecinados en perder la conducción del club. Esta realidad incontestable está llevando a mucha gente a un estado de nerviosismo importante. Nosotros, a pesar de todo, los entendemos. Sabemos que hay gente que vive de esto y no podemos dejar de comprenderlos, gracias a eso pueden ir a ver cualquier partido sea a la hora que sea y después decir alegremente, "fulanito no estaba, fulano estaba", si tuvieran que trabajar ¿quién cumpliría esta tarea de fiscalización? ¿Los que tenemos que producir por lo menos lo que consumimos? Imposible. Ellos deben estar libres de labor para decidir quienes pasamos a ser traidores a la causa velezana. Por eso nos apena verlos nerviosos, con miedo a que se termine la buena vida fortinera.
Tenemos que reconocer que ante este tipo de situaciones fuimos ingenuos. En algún momento creímos que algunos habían aprendieron la lección, pero inevitablemente se les termina saliendo la cadena. Siguen sin entender qué dirigente o comunicador está expuesto al elogio o la crítica; ya que ambos se exponen públicamente y se ofrecen a ello, no todo está siempre mal, ni todo siempre está bien. Les aconsejo leer un libro acorde a esa manera de "pensar": "La fuerza es el derecho de las bestias", así pueden sistematizar lo que consideran el método ideal y terminar todo de forma "acorde". Siguen creyendo que son el ombligo del mundo, no aceptan que puede haber alguien que piense diferente, y cuando se expresa otro pensamiento piden la censura, y es más, la avalan y la justifican como un medio normal de convivencia. Otros insisten que se los ataca en su núcleo familiar, hay momentos en que nos preguntamos ¿cómo pueden llegar a decir semejante barbaridad?, saben bien que es falso, pero se escudan en cuestiones muy sentidas por todos para ser vistos como pobres víctimas. Días pasados fuimos invitados a una reunión con un grupo de socios para expresar nuestro pensamiento sobre la actualidad del club, alguien intentó hablar sobre cuestiones de familia de un comunicador, nos paramos y nos fuimos porque se desvirtuaba el motivo para el que fuimos invitados. Si hace falta, ponemos a disposición toda la colección de La V de Vélez para comprobar si el responsable de la publicación alguna vez incursionó en la vida privada de algún socio de Vélez. Nos obligan a pensar que quizás tienen la cola tan sucia que todo lo que se dice creen que es para ellos. Hay otros que siguen sin comprender que en esta publicación quien escribe una nota es el máximo responsable de la misma, para eso se le pide la firma y la foto, para que de la cara. Podemos sugerir dentro del diálogo, pero de ahí a prohibir hay una gran distancia. Si piensan de esa manera les aconsejo no leer más esta revista, todos los que escriben y han escrito si son nobles y honestos pueden dar fe que lo que estamos diciendo es cierto.
Pero para eso sólo tratamos que no se incursione por el insulto o la agresión personal, el resto forma parte de la vida misma, este tipo de manejo de la publicación hace que sea la más leída de todas y por algo será, alguien conocido como "Juan Domingo" -y que de esto algo sabía- en una oportunidad dijo: "cuando tuvimos todo a favor, no echaron", refiriéndose a la prensa. Esta para nosotros no puede ser alcahueta y consecuente, debe ser informativa y critica, esas deberían ser las formas, aunque después cada uno que haga lo que quiera y que se hagan cargo.
Si algo nos molesta en la vida es la censura, la discriminación y la mentira. Nos resulta increíble que quienes propugnan y ejercitan esa forma de vida estén entre nosotros, y hasta conduciendo a nuestro club, famoso por progresista y democrático. No podemos entender a quienes se mueven con esos métodos con absurda naturalidad, nos queda la satisfacción que están perfectamente identificados en el mundo de Vélez, por el momento... con eso nos alcanza. Para colmo ahora debemos agregar la mentira en boca de otros personajes, se va convirtiendo en hábito que los victimarios se disfracen de víctimas. Hablan y hablan con disfraces de corderos, cuando son los lobos que azotan la vida velezana. No podemos ser como ellos, igual que a nosotros les asiste el derecho constitucional de expresar lo que piensan, pero no a usar la mentira como método político, agravado por esconder sus verdaderas razones detrás del sentimiento que dicen profesar. Porque aunque se crean por encima de todo, les duela, o no lo quieran admitir, en nuestra vida "todo es política"; mucho más decir que todo está bien y nada hay que cambiar, no lo nieguen más... no tomen a la gente de Vélez de idiota, es política y política oficialista", decir "no me interesa, sólo me importa Vélez" es una mentira para los tontos, pero para sus desgracias quedan cada vez menos.
En nuestro caso, por ejemplo, no somos ni seremos candidatos a nada porque hemos renunciado por el momento a militar en una agrupación; pero ello no nos exime de nuestro deber de opinar y dar nuestro punto de vista como socio vitalicio en todo lo relacionado a la vida del club y si no lo entienden así y siguen creyéndose los dueños de todo tendrán que mostrarnos algún día el titulo de propiedad. La realidad es que no hay dueños de nada, ni siquiera somos dueños de nuestros bienes personales, porque si hilamos finito "en la vida sólo somos administradores temporales de todo", cuando se apaga, los administradores son otros.
Para terminar, les decimos lo mismo que a un ex dirigente: para sentarse a conversar primero hay que retractarse y pedir las disculpas del caso; quien ha cometido el error debe subsanarlo y después sí comenzar el dialogo. Esto no es soberbia, es simplemente educación, ya que nosotros con discriminadores (y con quienes los avalan) no nos sentamos a ninguna mesa en tanto y en cuanto no cambien su forma de actuar. Creemos haber sido claros, si no entienden ya no es problema nuestro, nuestra recomendación final es dejar de ofrecerse a la risa posando de víctimas, basta por favor.

Angel García